Bienvenida   >  Higiene bucodental  >  Ellos conservan sus dientes...
25-02-2019

Ellos conservan sus dientes hasta el final: he aquí sus secretos y sus trucos nutricionales

​Perte de dents

Hay muchas cosas que nos gusta dejar para mañana en la vida, pero por una misteriosa razón, cuidar de nuestros dientes es probablemente una de las más extendidas. Mientras que dedicamos mucho tiempo a cuidar nuestro cabello, nuestra piel e incluso nuestros ojos, dedicamos a penas dos minutos al día a nuestros dientes e ignoramos todo sobre los micronutrientes que pueden contribuir a mantenerlos saludables …

Si le pidiesen que citase los factores nutricionales que previenen la caída de los dientes, ¿sabría usted citar algo más que el calcio o un bajo consumo de azúcar?


Este desconocimiento no tardamos en pagarlo caro : como media, perdemos 4 dientes entre los 45 y los 55 años (1). Y a continuación todo se acelera: la cifra pasa a 10 dientes en la década siguiente y de un 15 a un 30 % de los occidentales son incluso totalmente desdentados después de los 65 años.

No obstante, al conocer los mecanismos nutricionales que actúan favorablemente en estas pérdidas de dientes , usted podría ganar diez años, e incluso conservar sus dientes hasta una edad muy avanzada. Es la OMS (Organización Mundial de la Salud) quien lo dice: las afecciones dentales causantes de las caídas de los dientes forman parte de las enfermedades crónicas que pueden ser evitadas mediante la nutrición (2).

Perder sus dientes: una angustia de consecuencias mayores de lo que se cree

Siempre subestimamos la importancia de nuestros dientes. Cuando perdemos el primero es cuando nos damos cuenta de hasta qué punto éstos son realmente fundamentales .


En primer lugar, pensamos en nuestra sonrisa, esta arma de seducción que también utilizamos para expresar nuestro placer, nuestra satisfacción o nuestro bienestar. Y allí, delante del espejo, evaluamos de repente el considerable perjuicio: “ ¡Dios mío, pero si esta sonrisa estropea… cambia completamente mi cara! Ya no me reconozco … ” Muy a menudo, esta terrible constatación va acompañada de una disminución de la confianza en uno mismo, de un desprecio hacia sí mismo e incluso de una cierta forma de vergüenza. “Qué va a pensar la gente? ¿Va a decir que no me cuido? ¿Que soy una dejada? “

Este dolor psicológico, que no puede aliviar ningún medicamento, se exacerba más teniendo en cuenta que las cosas no funcionan apañándose. Si un diente se ha caído prematuramente, hay grandes probabilidades de que otros dientes sigan rápidamente el mismo camino. Y en ese caso es cuando la mirada de los demás se hace difícil de soportar. En ausencia de ciertos dientes, el apoyo labial desaparece, provocando un hundimiento progresivo del soporte inferior de la cara. Debido a esto, las expresiones de la cara se encuentran completamente perturbadas (3).


Desgraciadamente, perder nuestros dientes no solo plantea problemas estéticos . Las caídas de dientes aumentan considerablemente el riesgo de padecer varias enfermedades. Al examinar minuciosamente la literatura científica, se constata especialmente:

  • una esperanza de vida más corta en las personas que pierden sus dientes prematuramente;
  • un riesgo más elevado de padecer enfermedades cardiovasculares (4) y en particular hipertensión (5) a partir del momento en el que pierden los primeros dientes;
  • un debilitamiento de ciertas funciones sensoriales (especialmente el tiempo de reacción y la función auditiva) (6) ;
  • una aceleración del deterioro cognitivo (7) (varios estudios muestran que la memoria y la velocidad de procesamiento de las personas que han perdido sus dientes decae más rápidamente que la de los demás).
  • una reducción de la capacidad física;
  • un aumento del riesgo de tres tipos de cáncer: el cáncer de esófago (136 % de riesgo suplementario), el cáncer de cuello (68 %) y el cáncer de pulmón (54 %).

Estos riesgos para la salud se unen a numerosas limitaciones que provoca llevar prótesis extraíbles o la utilización de una “dentadura postiza”, primeros responsables del mal aliento en las personas mayores de 50 años.

Pérdida de dientes: pero ¿cuáles son las verdaderas causas?

Cuando se pierde un diente por primera vez, es a menudo de manera trivial, comiendo una manzana o un trozo de pan. En general es un molar o un premolar (los caninos son los que se conservan más tiempo (8-10)). ¿Pero cuáles son las auténticas causas de estas caídas?


En realidad, sólo hay cuatro y se superponen:

  • La caries (cerca del 60 % de los casos) (11).
  • La periodontitis (del 20 al 30 % de los casos). Las periodontitis son enfermedades inflamatorias que afectan a la encía y al hueso alrededor de los dientes: unas bacterias patógenas se acumulan en la unión entre el diente y la encía y provocan afecciones que deterioran lentamente los tejidos de soporte del diente.
  • El mal posicionamiento de los dientes (de ahí la importancia de la ortodoncia);
  • Los shocks y los traumatismos.

Tienes que saber, Sancho, que una boca sin dientes es como un molino sin muela, y que hay que apreciar mil veces más un diente que un diamante. “Don Quijote de Cervantes


¿En qué contextos se producen la caries y las enfermedades periodontales, los dos principales responsables de la caída de los dientes?


En realidad, se trata de dos afecciones que merman los dientes a fuego lento. A lo largo de toda la vida.


Nuestra boca alberga miles de millones de microorganismos que pertenecen a más de 1.000 especies diferentes , la mayoría beneficiosos para nuestra salud. Están los que flotan en el medio bucal, los que se expanden sobre nuestra lengua y los que se agarran a nuestros dientes. Justo después del cepillado, ciertas proteínas contenidas en nuestra saliva se adhieren a la pared de los dientes (es el biofilm dental) y atraen a bacterias colonizadoras inofensivas. A lo largo de unos minutos, otras bacterias se les unen y forman un hábitat complejo, alrededor del cual se va a formar una barrera cada vez más sólida: la placa dental .

Esta placa, que es constantemente enriquecida por los productos de secreción de las bacterias, no es peligrosa en tanto que los microorganismos que allí se desarrollan son beneficiosos . Desgraciadamente, al comer alimentos ricos en glúcidos, especialmente en glúcidos muy simples como la sacarosa, nosotros favorecemos el cultivo de bacterias patógenas en esta placa.

Estas bacterias son atraídas por los residuos azucarados que se adhieren a la placa dental. Éstas se valen de ésta para fabricar enormes cadenas glucídicas y reclutar masivamente otras bacterias del mismo tipo. Después, se alimentan de estos azúcares y liberan ácido láctico, un compuesto tóxico para las otras bacterias y especialmente perjudicial para el diente.

Para eliminar todo este pequeño mundo, no hay nada mejor que un buen cepillado mecánico . Éste permite desenganchar las bacterias patógenas de los dientes y sacar los trozos de alimentos azucarados que permiten su desarrollo. Pero eso no es suficiente . Cuando comemos pasta en la comida del mediodía (que es rica en glúcidos complejos) o cuando bebemos un refresco gaseoso generalmente azucarado al principio de la tarde (muy rico en sacarosa), generalmente pasan más de 8 horas antes de que las cerdas del cepillo vengan a barrer el montón de bacterias patógenas.

Durante este intervalo, éstas tienen tiempo de degradar los azúcares y de liberar ácido . Si alguna vez la acidez en contacto con el diente baja por debajo del nivel crítico de 5,5, el esmalte del diente se degrada. Es una situación que sucede bastante a menudo, especialmente si usted pica ente las comidas. Esta degradación se interrumpe con el cepillado de la noche, ¡pero inevitablemente sigue al día siguiente! Imagínese un equipo de obreros que excava un agujero en su diente, y que continúa cada día, incansablemente, el trabajo realizado el día anterior. Generalmente, esta degradación se produce en las zonas de difícil acceso para la lengua y la saliva, por ejemplo, cerca de los molares. La velocidad y la intensidad de esta perforación depende de su estilo de vida y de su alimentación . Cuanto más elevados sean sus aportes de azúcar, más aumenta el tamaño de los efectivos de obreros y más rápidamente se perforará el agujero. Si sus aportes de minerales no son óptimos, el esmalte será menos resistente y las bacterias tendrán más facilidad para perforar.



Y después, un día, tras un trabajo de varios meses, de varios años o incluso de varias décadas, los obreros llegan a la dentina. Ésta es el tejido que se sitúa debajo del esmalte, la capa protectora del diente. A partir de este momento, todo va muy rápido . La dentina, que no está tan mineralizada como el esmalte, tolera mucho peor la acidez: si el pH con el que está en contacto baja por debajo de 6,2, ésta también se degrada. Esto significa que usted ya no puede soportar los mismos aportes azucarados que antes. Beber refrescos gaseosos, generalmente azucarados para una persona de 60 años, que presenta varios “agujeros” en el esmalte, tendrá consecuencias mucho más importantes que para una persona de 20 años.

Más tarde, el agujero del diente sigue aumentando, formando un auténtico túnel, y las bacterias patógenas llegan finamente a la pulpa dental . La caries se vuelve entonces especialmente dolorosa. Pero las cosas no acaban ahí: si no se hace nada, las bacterias pueden entonces atacar el ligamento, el hueso o la encía, ¡e incluso llegar hasta la circulación sanguínea! Y el diente solo se sujeta por un hilo …

¿Hay que aumentar la frecuencia del cepillado para frenar el proceso?

Par evitar la formación constante de la placa bacteriana, se podría pensar que cepillarse los dientes muy regularmente, por ejemplo, cada hora, es una buena idea. En realidad, es muy mala: un cepillado excesivo de los dientes estropea la superficie de los dientes a largo plazo y acaba por favorecer las caries. La Union Française pour la Santé Bucco-Dentaire (Unión Francesa para a Salud Bucodental) recomienda cepillarse los dientes dos veces al día , una vez por la mañana y una vez por la noche. No más.


En realidad, es mejor encontrar un punto medio con una de nuestras armas naturales: la saliva. Uno se da cuenta de su papel indispensable cuando las glándulas se ven afectadas en ciertas enfermedades y a lo largo del envejecimiento. Ésta tiene muchos recursos para combatir las bacterias patógenas:

  • disminuye el tiempo de contacto del azúcar con la superficie de los dientes;
  • contiene lactoperoxidasa, una enzima que provoca la síntesis de productos tóxicos para las bacterias;
  • contiene lactoferrina que inhibe el metabolismo del hierro necesario para su crecimiento;
  • disminuye la acidez del medio, favorable a las bacterias patógenas.

Si las caries son frecuentes en las personas mayores, esto también se debe a que, al envejecer, se tiene cada vez menos saliva. Esto es también lo que les pasa a los fumadores.


Para utilizar de la mejor manera esta arma natural, tenemos dos posibilidades:

  • Evitar a toda costa la alimentación industrial, más blanda, que reduce considerablemente la masticación y la secreción salival, y que contiene demasiados alimentos líquidos y acidulantes como los refrescos gaseosos generalmente azucarados (lo que no permite que la saliva disminuya eficazmente la acidez de la boca).
  • Rehabilitar el chicle (evitando siempre los productos industriales cargados de azúcar): ningún otro alimento a parte del chicle provoca un estímulo de salivación eficaz sin contribuir al aporte calórico . A menudo no se tiene en cuenta, pero éste forma parte de las recomendaciones de muchas organizaciones y asociaciones bucodentales.
    Nosotros nos lavamos los dientes, eliminamos todas las bacterias, incluso las que son beneficiosas. Al estimular el flujo salival, el chicle contribuye a que sólo se eliminen las bacterias malas, las que pululan en un medio ácido.

Los probióticos orales, en plena expansión, tienen la misma ventaja.

Las bacterias beneficiosas, principalmente del género Lactobacillus y Bifidobacterium, son las que tienen el poder de controlar el desarrollo de los microorganismos patógenos causantes de las caries (12) .

Éstas se presentan en forma liofilizada, es decir completamente secas, pero en realidad, siguen estando vivas: cuando se las introduce de nuevo en un medio soluble, como la boca, éstas abandonan su estado de letargo y retoman su actividad. Para colonizar el medio y combatir a las bacterias patógenas, los probióticos deben alimentarse de un alimento específico: los fructooligosacáridos. Al contrario que los azúcares simples, estos compuestos se comportan como fibras solubles y por tanto no son transformados por las bacterias patógenas. Por tanto, se les añade a los complementos probióticos orales para ayudar a las bacterias beneficiosas y permitirles competir con las otras.


Atención, si usted intenta esta opción revolucionaria, no se fie de las apariencias: estos fructooligosacáridos, reconocidos como beneficiosos para la salud, no tienen nada que ver con la sacarosa causante de las caries. ¡Incluso nuestros receptores gustativos pueden dejarse engañar por ésta!

Los micronutrientes que refuerzan el poder de su saliva

La saliva es un arma temible a condición de que su composición sea óptima. Como ésta depende sobre todo de nuestra alimentación, no es de extrañar constatar que carencias de varios micronutrientes aceleren la caída de los dientes y perturben el fenómeno de remineralización del diente (13).

El más importante de estos micronutrientes es la vitamina D.

Se sabe desde hace décadas que la vitamina D mantiene la estructura del esqueleto, contribuye a la salud de los huesos y de los riñones, reduce el riesgo de las enfermedades cardiovasculares, actúa contra la inflamación y estimula el sistema inmunitario (14). Desde hace poco, se sabe también que ésta influye significativamente en la salud de la cavidad oral. Varias propiedades pueden explicar esta acción:

  • Su regulación del equilibrio calcio-fosfato: ésta aumenta la absorción del calcio y del fosfato (dos minerales esenciales para el esmalte) desde el tracto digestivo, así como la reabsorción del calcio en los riñones (lo que favorece la remineralización del diente).
  • Su efecto inmunomodulador : ésta aumenta los mecanismos de las respuestas inmunitarias adquirido e innato, pudiendo intervenir contra las bacterias bucodentales.
  • Su efecto antiinfeccioso: ésta participa en la producción de péptidos antimicrobianos.
  • Su intervención en el metabolismo del azúcar : ésta favorece la transformación de la proinsulina en insulina.

Así pues, varios estudios han mostrado que niveles adecuados de vitamina D permiten combatir el desarrollo de la periodontitis (ataque al hueso del diente) , segundo responsable de la caída de los dientes. La vitamina D posiblemente impide la producción de las citoquinas proinflamatorias IL-1b (interleuquina 1) y TNF-a (del inglés Tumour necrosis factor – Factor de necrosis tumoral a) jugando ambas un papel determinante en la patogénesis de la periodontitis al provocar una reabsorción ósea (es decir una destrucción del tejido óseo) y alterar la cicatrización (15-16). Varios estudios han evidenciado una relación entre niveles bajos de vitamina D (menos de 800 UI al día) y la presencia de indicadores de la enfermedad periodontal (17-19). En cambio, una ingesta de complementos permite reducir la parte ósea alveolar y disminuir los niveles de TNF-a en las encías (20).

br>

¡Pero esto no es todo, ya que la vitamina D da en el blanco contra la caries! Varios estudios demuestran la relación entre bajos niveles de vitamina D circulantes y el riesgo de padecer de una caries (21). Por ejemplo, se ha descubierto que los niños que no padecen de caries tienen el doble o el triple de probabilidades de tener niveles de vitamina D óptimos. Existe la misma constatación sobre la producción endógena de la vitamina D a partir del sol: en Estados Unidos, cuanto más soleada es una región, más vitamina D se produce y menos caries hay (22).

Un metaanálisis de 24 ensayos clínicos ha confirmado recientemente estas observaciones mostrando que una ingesta de complementos de vitamina D permite prevenir la caries dental (23). En efecto, unos estudios muestran que la práctica totalidad de las personas (24-27) que viven en latitudes medias y altas tienen niveles de vitamina D inadecuados entre el mes de octubre y el mes de abril.

El calcio también es un micronutriente decisivo.

Unos estudios epidemiológicos han sugerido que éste podía prevenir a la vez las caries y las periodontitis (28-30). Y se explica fácilmente: las cantidades de calcio y de fosfato en la placa bacteriana y en la saliva aumentan la remineralización del esmalte y disminuyen la adherencia de las bacterias relacionadas con las caries (31-32).

Otros elementos evidenciados por la comunidad científica:

  • Unos niveles bajos de vitamina B12, cada vez más frecuentes, también están relacionados con una agravación de la periodontitis y del índice de caída de los dientes (33).
  • El tipo de grasa consumido es asimismo importante: demasiados omega 6 frente a los omega 3 acelera el desarrollo de las enfermedades periodontales (34).
  • La vitamina B6 (35), la vitamina K (36) y la vitamina C también actúan contra las caries.
  • El tejido gingival presenta una de las tasas de reemplazo más elevadas del cuerpo humano y las proteínas son un elemento clave para lograr ese reemplazo.

En resumen, si usted desea conservar sus dientes el mayor tiempo posible, le presentamos los 8 principales consejos que debe seguir:


  • Mastique chicle todos los días, sobre todo después de la comida del mediodía (elíjalo sin azúcar imperativamente y lo más natural posible);
  • Asegúrese de tener aportes adecuados de vitamina D, tomando complementos como mínimo en otoño e invierno, cuando los niveles circulantes son más bajos, y exponiéndose razonablemente al sol en primavera y verano.
  • Asegúrese de tener aportes adecuados de calcio , aumentando el consumo de alimentos ricos en éste y considere tomar complementos del mismo.
  • Lávese los dientes dos veces al día , evitando el cepillo de dientes eléctrico, más abrasivo y potencialmente perjudicial para el esmalte de los dientes a largo plazo (37).
  • Consuma alimentos y frutas frescas, evitando a toda costa los refrescos gaseosos, generalmente azucarados, los alimentos industriales preparados y los productos ricos en azúcar .
  • Opte por probióticos orales como Oral Health sobre todo si usted tiene la sensación de que le falta saliva, si es mayor de 60 años o si usted fuma, para restablecer un equilibrio bacteriano óptimo en su boca y combatir las bacterias patógenas.
  • Tome cada día un complemento multivitamínico como el Daily 3 para evitar el riesgo de carencia de ciertos micronutrientes.
  • Consuma por lo menos 2 litros de agua al día.

¡Ya no crea que perder sus dientes es algo normal! La práctica totalidad de las caídas no está relacionada directamente con la vejez, sino con la progresión de bacterias patógenas.



Referencias

  1. Nitschke I, Hopfenmüller W: Die Zahnmedizinische Versorgung älterer Menschen. [Dental care for older people.] In: Mayer, K. U. and Baltes, P. B.: Die Berliner Altersstudie. [The Berlin Aging Study.] Berlin: Akademie Verlag: 429–448; ISBN-13: 978-3050045085 (1996)
  2. Touger-Decker R, Mobley C (2013) Academy of nutrition and dietetics. Position of the academy of nutrition and dietetics: oral health and nutrition. J Acad Nutr Diet 113:693–701
  3. POUYSSEGUR Valérie, et al. Impact de la détérioration buccale sur le processus de vieillissement » Unité Odontologie Gériatrique CHU Nice. Le Chirurgien-dentiste de France, 17111/2005, n°1233, pp150-158
  4. Lowe G., Woodward M., Rumley A., Morrison C., Tunstal-Pedoe H. & Stephen K. (2003) Total tooth loss and prevalent cardiovascular disease in men and women: possible roles of citrus fruit consumption, vitamin C, and inflammatory and thrombotic variables. Journal of Clinical Epidemiology 56:694-700.
  5. Joshua H Gordon, Michael J LaMonte, Jiwei Zhao, Robert J Genco, Thomas R Cimato, Kathleen M Hovey, Matthew A Allison, Charles P Mouton, Jean Wactawski-Wende. Association of Periodontal Disease and Edentulism With Hypertension Risk in Postmenopausal Women. American Journal of Hypertension, 2018; DOI: 10.1093/ajh/hpy164
  6. Osterberg T., Era P., Gause-Nilsson I. & Steen B. (1995) Dental state and functional capacity in 75-year-olds in three Nordic localities. Journal of Oral Rehabilitation 22:653-660.
  7. D. Cerutti-Kopplin, J. Feine, D. M. Padilha, R. F. de Souza, M. Ahmadi, P. Rompre, L. Booij, E. Emami. Tooth Loss Increases the Risk of Diminished Cognitive Function: A Systematic Review and Meta-analysis. JDR Clinical & Translational Research, 2016; 1 (1): 10 DOI: 10.1177/2380084416633102
  8. Battistuzzi P., Kayser A. & Peer P. (1987) Tooth loss and remaining occlusion in a Dutch population. Journal of Oral Rehabilitation 14:541-547.
  9. Papapanou P.N., Wennstrom J.L. & Grondahl K. (1989) A 10-year retrospective study of periodontal disease progression. Journal of Clinical Periodontology 16:403-411.
  10. Paulander J., Axelsson P., Lindhe J.& Wennstrom J. (2004) Intra-oral pattern of tooth and periodontal bone loss between the age of 50 and 60 years. A longitudinal prospective study. Acta Odontologica Scandinavica 62:214-222.
  11. Richards W., Ameen J., Coll A.M. & Higgs G. (2005) Reasons for tooth extraction in four general dental practices in South Wales. British Dental Journal 198:275-278.
  12. Meurman JH. Probiotics: do they have a role in oral medicine and dentistry? Eur J Oral Sci. 2005;113:188-96.
  13. Alvarez, J. O. (1995) Nutrition, tooth development, and dental caries. American Journal of Clinical Nutrition 61, 410S–416S
  14. Christakos S, Dhawan P, Verstuyf A, Verlinden L, Carmeliet G. Vitamin D: metabolism, molecular mechanism of action, and pleiotropic effects. Physiological Reviews 2016; 96 (1): 365–408. doi: 10.1152/physrev.00014.2015 [PMC free article] [PubMed]
  15. Jimenez M, Giovannucci E, Krall Kaye E et al (2014) Predicted vitamin D status incidence of tooth loss and periodontitis. Public Health Nutr 17:844–852
  16. Stein SH, Livada R, Tipton DA (2014) Re-evaluating the role of vitamin D in the periodontium. J Periodont Res 49:545–553
  17. Alshouibi EN, Kaye EK, Cabral HJ et al (2013) Vitamin D and periodontal health in older men. J Dent Res 92:689–693
  18. Dietrich T, Joshipura KJ, Dawson-Hughes B et al (2004) Association between serum concentrations of 25-hydroxy vitamin D3 and periodontal disease in the US population. Am J Clin Nutr 80:108–113
  19. Miley DD, Garcia MN, Hildebolt CF et al (2009) Cross-sectional study of vitamin D and calcium supplementation effects in chronic periodontitis. J Periodontol 80:1433–1439
  20. Wang Q, Li H, Xie H et al (2013a) 25-hydroxy vitamin D3 attenuates experimental periodontitis through downregulation of TLR4 and JAK1/STAT3 signaling in diabetic mice. J Steroid Biochem Mol Biol 135:43–50
  21. Schroth RJ, Levi JA, Sellers EA et al (2013) Vitamin D status of children with severe early childhood caries: a case–control study. BMC Pediatr 13:174
  22. Grant WB (2011) A review of the role of solar ultraviolet-B irradiance and vitamin D in reducing risk of dental caries. Dermatoendocrinol 3:193–198
  23. Hujoel PP (2013) Vitamin D and dental caries in controlled clinical trials: systemic review and meta-analysis. Nutr Rev 71:88–97
  24. Ganji V, Zhang X, Tangpricha V. Serum 25-hydroxyvitamin D concentrations and prevalence estimates of hypovitaminosis D in the U.S. population based on assay-adjusted data. J Nutr 2012;142(3):498–507. doi: 10.3945/jn.111.151977
  25. Greene-Finestone LS, Berger C, de Groh M, Hanley DA, Hidiroglou N, Sarafin K et al. 25-Hydroxyvitamin D in Canadian adults: biological, environmental, and behavioral correlates. Osteoporos Int2011;22(5):1389–1399. doi: 10.1007/s00198-010-1362-7
  26. Płudowski P. Konstantynowicz J, Jaworski K. Assessment of vitamin D status in Polish adult population. Standardy Medyczne/Pediatria 2014;(11):609–617.
  27. Vierucci F, Del Pistoia M, Fanos M, Erba P, Saggese G. Prevalence of hypovitaminosis D and predictors of vitamin D status in Italian healthy adolescents. It J Pediatr 2014;40:54 doi: 10.1186/1824-7288-40-54
  28. Adegboye ARA, Twetman S, Christensen LB, Heitmann BL (2012) Intake of dairy calcium and tooth loss among adult Danish men and women. Nutrition 28:779–784
  29. Hung HC, Willett W, Ascherio A, Rosner BA, Rimm E, Joshipura KJ (2003) Tooth loss and dietary intake. J Am Dent Assoc 134:1185– 1192
  30. Adegboye AR, Fiehn NE, Twetman S, Christensen LB, Heitmann BL (2010) Low calcium intake is related to increased risk of tooth loss in men. J Nutr 140:1864–1868
  31. Moynihan P, Petersen PE (2004) Diet, nutrition and the prevention of dental diseases. Public Health Nutr 7:201–226
  32. Danielsson NL, Hernell O, Johansson I (2009) Human milk compounds inhibiting adhesion of mutans streptococci to host ligandcoated hydroxyapatite in vitro. Caries Res 43:171–178
  33. Zong, G., Holtfreter, B., Scott, A. E., Volzke, H., € Petersmann, A., Dietrich, T., Newson, R. S. & Kocher, T. (2016) Serum vitamin B12 is inversely associated with periodontal progression and risk of tooth loss: a prospective cohort study. Journal of Clinical Periodontology 43, 2–9.
  34. Iwasaki, M., Taylor, G. W., Moynihan, P., Yoshihara, A., Muramatsu, K., Watanabe, R. & Miyazaki, H. (2011) Dietary ratio of n-6 to n-3 polyunsaturated fatty acids and periodontal disease in community-based older Japanese: a 3-year follow-up study. Prostaglandins, Leukotrienes and Essential Fatty Acids 85, 107–112.
  35. Salam, R. A., Zuberi, N. F. & Bhutta, Z. A. (2015) Pyridoxine (vitamin B6) supplementation during pregnancy or labour for maternal and neonatal outcomes. The Cochrane Database of Systematic Reviews 6, CD000179.
  36. Southward, K. (2015) A hypothetical role for vitamin K2 in the endocrine and exocrine aspects of dental caries. Medical Hypotheses 84, 276–280
  37. Bizhang M, Schmidt I, Chun Y-HP, Arnold WH, Zimmer S (2017) Toothbrush abrasivity in a long-term simulation on human dentin depends on brushing mode and bristle arrangement. PLoS ONE 12(2): e0172060. doi.org/10.1371/journal.pone.0172060
Encargar los nutrientes citados en este artículo
Oral Health

Una combinación de probióticos ideal para la salud bucodental

ca.supersmart.com
Calcium Orotate

Combinado con 50 mg de orotato de magnesio para aumentar su eficacia

ca.supersmart.com
Mastic Gum Elma

Chewing gum sin azúcar ni aspartamo con aceite esencial de Pistacia lentiscus

ca.supersmart.com
Vitamin D3 5000 UI

Forma biodisponible de la vitamina D3 para una absorción óptima

ca.supersmart.com
Descubre también
27-12-2017
Cepillado de dientes: ¿Y si le hubieran...
En materia de higiene bucodental, usted no es de la clase de gente que pasa por alto las recomendaciones de los profesionales. Usted se cepilla...
Mas info
Síganos
Seleccione su idioma
esfren

Gratis

Gracias por su visita, antes de partir

Suscríbase al
Club SuperSmart
Y benefíciese
de ventajas exclusivas :
  • Reciba Gratis nuestra publicatión semanal científica "Nutranews"
  • Promociones exclusivas para los miembros de club
> Continuar