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06-07-2015

El deporte, el amor y el chocolate tienen algo en común: la feniletilamina (FEA)

deporte, el amor y el chocolate La feniletilamina (FEA) es una hormona natural de nuestro cerebro. Se encuentra en cantidades pequeñas en el chocolate, lo que le da su reputación de antidepresivo. Sus niveles son más elevados en el cerebro de los enamorados y se la considera responsable del « flechazo ». Además aumenta después de realizar un esfuerzo físico, lo que hace que el deporte tenga un efecto benéfico en nuestro ánimo. El 60% de las personas depresivas tiene una deficiencia de FEA, mientras que los suplementos de FEA alivian los síntomas de la depresión en el 60% de los enfermos.

Dependencia del chocolate

Cerca del 14% de los hombres y más del 25% de las mujeres tienen ganas compulsivas de chocolate. Algunos autores asocian este comportamiento a la presencia de tres sustancias conocidas por sus efectos psicotónicos: la teobromina, la cafeína y la feniletilamina. Un estudio muestra que nuestro deseo de chocolate posiblemente no se debe solamente a su gusto, su aroma y su textura, sino también al sentimiento de un mayor bienestar que nos procura.
Se considera seriamente que el chocolate tiene propiedades antidepresivas y que puede simular los mismos efectos que siente un persona cuando se enamora. Ya los aztecas le adjudicaban virtudes tonificantes y afrodisiacas. Sin embargo, hay que precisar que la bebida que ellos preparaban contenía también guindillas, pimienta y clavos. .
La leyenda de las virtudes afrodisiacas del chocolate viaja a través de los siglos y los continentes. En 1624, un teólogo francés publica un artículo condenando el consumo de chocolate en los conventos, debido a que esta bebida caldeaba los ánimos y las pasiones. En el siglo XVIII, el chocolate ocupa un buen lugar entre los platos considerados como propicios para los encuentros amorosos. En 1702, en su tratado sobre los alimentos, Louis Lemery escribe: “Sus propiedades estimulantes son propicias para excitar los ardores de Venus”. Sus efectos antidepresivos han sido observados desde el siglo XVII.
Sin embargo, ¡qué decepción!, unos investigadores franceses declaran que la feniletilamina y las otras sustancias se encuentran en el chocolate en cantidades demasiado pequeñas como para provocar tales efectos. ¡El chocolate posiblemente contiene menos feniletilamina que el queso de cabra! A pesar de eso, comer chocolate en cantidades razonables es por lo menos bueno para el ánimo.

La pasión, una auténtica droga

Los neurobiólogos han demostrado que, cuando experimentamos un “flechazo”, nuestro cerebro produce una gran cantidad de feniletilamina o FEA. Esta neurohormona natural estimula la actividad de nuestro cerebro y provoca sensaciones de éxtasis eufórico parecidas a las causadas por ciertas drogas. Usted piensa que la vida es bella, que todo el mundo es guapo y que usted nunca ha estado tan ligero y feliz.
La FEA reduce el apetito y provoca cierta hiperactividad. Pero su acción no acaba aquí. Estimula la liberación de dopamina, un neurotransmisor que actúa en varios procesos físicos y psicológicos. La dopamina está íntimamente asociada al sistema límbico, una zona del cerebro que es la sede de las emociones y funciones vitales que son el hambre, la sed o la sexualidad.
Así pues, la pasión sería el resultado de una saturación del cerebro, sumergido por un diluvio de feniletilamina y de otros estimulantes naturales que alteran las sensaciones y, a la vez, la realidad.
El Dr. Héctor Sabelli, investigador en el centro de desarrollo creativo de Chicago, en Illinois, Estados Unidos, dice al respecto: “Creo que la FEA podría ser la hormona del amor incluso si no hay más que pruebas indirectas.”
Las investigaciones de Sabelli muestran que niveles elevados de FEA posiblemente pueden explicar un aumento de la libido y de la actividad sexual en la fase obsesiva de la enfermedad maníaco depresiva, mientras que niveles bajos de FEA son el reflejo de una pérdida de libido en el transcurso de la depresión.

El efecto antidepresor del ejercicio físico posiblemente sea debido a la feniletilamina

Hay consenso sobre el hecho de que la actividad física tiene una acción antidepresiva. En efecto, algunos médicos recomiendan 1 la práctica de una actividad física para tratar las depresiones ligeras o como complemento a un tratamiento médico o a una psicoterapia en el caso de depresión más severa, o a ambos.
Un equipo de científicos de la Universidad Trent Nottingham1, en Gran Bretaña, ha logrado recientemente los primeros resultados de sus trabajos que sugieren que la práctica moderada de ejercicio físico aumenta los niveles de FEA en la mayoría de gente. Piensan que este aumento es el responsable del humor eufórico a menudo llamado “el colocón del corredor”. En este estudio, los investigadores enrolaron a veinte hombres jóvenes y les hicieron hacer deporte. Al cabo de cada fase de ejercicio (de moderado a intenso), midieron, en su orina, la concentración de ácido fenilacético, un producto derivado de la feniletilamina.
Las personas deprimidas tienen tendencia a tener niveles bajos de FEA, lo que explicaría por qué el ejercicio físico tiene una acción natural antidepresiva. Los investigadores esperan que esta información incite todavía más a los médicos a prescribir ejercicios físicos en el caso de depresión ligera o como complemento a los tratamientos médicos.

Niveles bajos de FEA en el 60% de los pacientes depresivos

Ya hace más de veinte años que se ha demostrado que, en el cerebro de las personas depresivas, las cantidades de FEA eran netamente más bajas que en un individuo normal.
Una revista de la literatura especializada indica que la FEA puede ser un neuromodulador de sinapsis aminérgicas y que estimula la energía, mejora el ánimo y favorece la agresividad.
La duración de vida de la feniletilamina es muy corta, mientras que los niveles de ácido fenilacético, uno de sus metabolitos, son más elevados en los líquidos biológicos. Por eso se ha pensado que la excreción de ácido fenilacético (abreviado en inglés PAA) es posiblemente una mejor medida que la feniletilamina para examinar los efectos moduladores de esta última. Esta podría incluso constituir un marcador de la depresión.
Por ejemplo, se estudiaron los niveles plasmáticos y urinarios de la PAA 3 en sujetos deprimidos o maniacodepresivos. Además, se evaluó el efecto del precursor de la FEA, la fenilalanina, en el humor de los sujetos. Se midieron las concentraciones plasmáticas medias de FEA en 12 voluntarios sanos y en 23 pacientes que padecían una depresión importante y no seguían tratamiento médico. Se midieron los niveles de excreción urinaria de la FEA en 48 voluntarios sanos y en 144 pacientes que padecían una depresión importante. Los resultados sugieren que unos niveles bajos de FEA plasmáticos y urinarios pueden ser marcadores para la depresión. Además, el consumo de fenilalanina mejoró el ánimo de 31 de 40 pacientes depresivos.
Otros trabajos 4 compararon los niveles urinarios de PAA de 39 pacientes que padecían una depresión importante con los de 32 sujetos sanos. Los valores hallados en los enfermos eran netamente más bajos que entre los sujetos del grupo de control. Una revisión de literatura en relación con 200 pacientes sobre los estudios que tratan de la excreción urinaria de ácido fenilacético muestra que alrededor del 60% de los pacientes depresivos y esquizofrénicos tienen niveles de PAA más bajos de lo normal. La administración de FEA o de su precursor, la L-fenilalanina, mejora el humor de los pacientes con un inhibidor selectivo de la monoamino oxidasa B.

La FEA controla el 60% de las depresiones

Al igual que todos los principales antidepresivos, como el Prozac, la FEA controla el 60% de las depresiones pero con mucho menos efectos tóxicos.
La administración de feniletilamina o de uno de sus precursores, la L-fenilalanina, asociada a la selegilina, atenúa los signos de depresión y mejora el humor tan rápidamente como las anfetaminas, pero no produce dependencia.
Asimismo, estos efectos 5 se mantienen y son aparentes en los pacientes insensibles a tratamientos convencionales.
Catorce pacientes 6 con episodios graves de depresión y que respondían al tratamiento con FEA (de 10 a 60 mg al día, por vía oral, asociados a 10 mg de Selegilina para evitar su destrucción) fueron reexaminados entre 20 y 50 semanas más tarde. La respuesta antidepresiva se mantuvo en doce de los catorce pacientes. No hubo efectos secundarios aparentes.

Varias ventajas en relación a los tratamientos utilizados habitualmente.

En relación a los tratamientos utilizados de manera más general, la FEA presenta cuatro ventajas:
- La FEA actúa muy rápidamente. Es cuestión de horas o de días en vez de semanas. Un tratamiento rápido de la depresión sería una herramienta extremadamente útil para disminuir la incapacidad para trabajar, reducir la duración del tratamiento y prevenir los suicidios.
- La FEA no tiene prácticamente efectos secundarios ni toxicidad. La selegilina que se administra en asociación con la FEA, se da a dosis muy bajas, parecidas a las utilizadas para retrasar el avance de la enfermedad de Parkinson en las personas mayores.
- La FEA es eficaz en diferentes tipos de depresión que no responden bien a los antidepresivos estándar. A su vez, los agentes farmacológicos estándar actúan en depresiones para las que la feniletilamina es ineficaz.
- La FEA, al restaurar una neurohormona deficitaria, puede ser más eficaz y puede tener menos efectos tóxicos a largo plazo que un medicamento que tenga una acción indirecta más compleja.

Es cierto que estos elementos no significan que la FEA permita controlar todos los tipos de depresión. Pero como actúa rápidamente y puede utilizarse durante largos periodos sin temor a consecuencias desagradables como un aumento de peso, una inhibición sexual u otros efectos secundarios que se encuentran frecuentemente con los antidepresivos, ésta podría administrarse como primer tratamiento.
Como esta enfermedad dura toda la vida, es especialmente importante subrayar que la FEA es muy eficaz en los pacientes bipolares. Referencias: 1 Mutrie N “The relationship between physical activity and clinically defined depression”. In Biddle S, Fox K, Boutcher S, eds. Physical activity and psychological well-being. London: Routledge, 2000:46-62. 2 Szabo A, “Phenylethylamine, a possible link to antidepressant effects of exercises?” British Journal of Sports Medicine, 2001; 35: 342-3. 3 Sabelli HC et al. « Clinical studies on the phenylethylamine hypothasis of affective disorder : urine and blood phenylacetic and phenylalanine dietary supplements. »,J. Clin Psychiatry, 1986 Feb.; 47(2): 66-70. 4 Gonzales-Sastre F. et al. « Urinary phenylacetic acid excretion in depressive patients. » Acta Psychiatr Scand 1988 Aug; 78 (2): 208-10. 5 Sabelli H et al. « Phényletylamine modulation of affect : therapeutic and diagnostic implications ». J. Neuropsychiatry Clin. Neurosci. 1995;7: 6-14. 6 Sabelli H. et al «Sustained antidepressant effect of PEA replacement.» J. Neuropsychiatry Clin Neurosc, 1996 spr. 8 : 2, 168-71.
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